Jugar y ser estrella indiscutida en el equipo de los amores, el de siempre, el de la familia, es algo que pocos jugadores se han dado el lujo de hacer en el profesionalismo. Máxime si ese equipo del alma es el más codiciado del mundo, uno de los que mejor paga y se da el lujo de contratar a los mejores extranjeros; porque no alcanza con querer, hay que poder, y es muy difícil.
‘Merengue’ de cuna
Emilio Butragueño no solo llegó al Real Madrid del que fue socio desde el día 23 de julio de 1963 (al día siguiente de nacer), sino que llegó a ser estandarte de ese equipo.
Pero el camino no fue de rosas, porque en su primera prueba lo rechazaron en el ‘merengue’ en el que su padre soñaba con que jugara. Entonces le surgió la posibilidade de probarse en el Atlético de Madrid, el rival de todas la horas, donde llegó a entrenar tres veces, ante la negativa de su fanático padre merengue a llevarlo a la ‘iglesia colchonera’. Fue su propio padre el que consiguió una segunda oportunidad en el Real y Emilio logró quedar en las categorías inferiores.
El apodo de ‘Buitre’ le llegó de un periodista que bautizó como ‘Quinta del Buitre’ al equipo que formaban junto a Michel, Sanchís, Martín Vázquez y Pardeza, un equipo de jugadores muy veloces, y apeló a la quinta velocidad de los automóviles para ejemplificarlo.
‘El gol en el cuerpo’
Su debut en primera división llegó bajo las órdenes de un legendario de los ‘merengues’, Alfredo Di Stéfano, el cual le dio entrada para el segundo tiempo, ante el Cádiz, sustituyendo a otro grande, Emilio Santamaría. Real Madrid perdía por 2-0 y dos goles del ‘Buitre’ lograron nivelar, además de que en tiempo de descuento dio el pase para el gol de la victoria.
Tímido fuera de la cancha y atrevido dentro, Butragueño termina de meterse en el corazón de la hinchada con tres goles al Anderlecht que permiten una remontada del Real y su clasificación tras ganar 6-1, cuando en la ida había perdido por 0-3. Di Stéfano no dudó en decir de él: “Este tipo tiene el gol en el cuerpo’.
Con el Real Madrid ganó cinco veces seguidas la liga española, desde la 1985/86 hasta la1989/90, se coronó dos veces seguidas campeón de la Copa UEFA en 1984 y 85, jugó 310 partidos y anotó 115 goles.
En tierra de aztecas
Fue símbolo también de la selección española, a la que defendió en 69 partidos, anotando 26 goles. Jugó los mundiales de México 1986 e Italia 1990. Su punto más alto jugando para “La Furia” llegó en Querétaro, cuando le anotó cuatro goles a la poderosa Dinamarca, favorita al título mundial, en el encuentro en que España ganó por 5-1.
Fue uno de los pocos jugadores europeos que ha recalado en México y con gran suceso. De su mano el Celaya hizo una gran temporada, llegando hasta la misma final, en la que cayó ante el Necaxa.
El 5 de abril de 1998 el ‘Buitre’ abandonó el fútbol activo, pasando a desempeñar diferentes tareas vinculadas a él, entre ellas en la directiva del club de toda su vida, el Real Madrid. También se ha desempeñado en cargos públicos, entre los cuales se encuentra el de Asesor del Secretario del Deporte en España.
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