José René Higuita Zapata, nacido en Medellín, el 28 de agosto de 1966, es un personaje en toda la extensión de la palabra. Tanto que Colombia aún no sabe si reprocharle o agradecerle, si silbarlo o aplaudirlo, venerarlo o enterrarlo, y … en la duda, parece que lo acoge como un hijo pródigo que funciona diferente que los demás y al cual hay que quererlo como es. Nadie como él se merece tanto en su país el apodo de ‘El Loco’.
En la cancha
Su particular estilo de juego, de portero-jugador, según algunos derivado del cuidapalos argentino Hugo Gatti, y su peculiar personalidad, lo convirtieron en un ídolo en su país durante los años ochenta y noventa. Una época en que la tierra de los cafeteros conoció su punto más alto en fútbol, de la mano de aquella selección en la que brillaban Carlos Valderrama, Leonel Alvarez, Freddy Rincon , ‘El Tren’ Valencia, Perea y Faustino Asprilla, entre otros.
En su carrera defendió a Atlético Nacional de Medellín, Millonarios de Bogotá, Real Cartagena, Independiente Medellín, Atlético Junior de Barranquilla, Bajo Cauca (segunda división), todos de Colombia; Real Valladolid (España), Veracruz (México) y Aucas (Ecuador).
En el fútbol su página más negra dentro de una cancha la vivió el día en que un error suyo, al pretender salir jugando con los pies, hizo que el delantero camerunés Roger Milla se aprovechara y convirtiera el gol que dejaba a Colombia fuera de competencia, el 23 de junio de 1990, en el mundial de Italia.
Higuita fue fundamental para que se empezaran a estudiar cambios en las reglas del fútbol, pues luego de su actuación en el Mundial de Italia de 90, con arriesgadas y espectaculares jugadas por fuera del área, un congreso técnico en Coverciano 1990, empezó a hablar del arquero-jugador porque, según el sistema táctico, se necesitaba impulsar un arquero que supiera utilizar los pies. Esto llevó a la norma de que si un futbolista devuelve a su propio arquero un balón con los pies, éste no puede agarrarlo con las manos.
Entre sus ‘locuras’ más geniales no se puede dejar de lado su más famosa parada, conocida como ‘el alacrán’, que consiste en saltar hacia adelante, dejando pasar el balón sobre su propio cuerpo, para rechazarlo con los tacos. Tal vez lo más espectacular que haya hecho un portero dentro de una cancha de fútbol y que lo pinta de cuerpo entero como un hombre que entiende al juego como un espectáculo por encima de todo.
… y en la vida
Posteriormente Higuita se vio envuelto en numerosos escándalos que paulatinamente hicieron que su carrera sufriera, al tiempo que su imagen de leyenda cobraba más cuerpo, porque lo controversial ayuda en cierta forma a la mística. René Higuita además de visitar en la cárcel al entonces capo del cartel de Medellín Pablo Escobar, fue arrestado en 1993 por cobrar una comisión para mediar en un caso de secuestro. En 2004, Higuita dio positivo por cocaína en un control antidopaje, luego de un partido del campeonato ecuatoriano y la Federación de Fútbol de ese país lo suspendió por seis meses.
Finalmente, en enero de 2008, el arquero de 41 años firmó con el Rionegro, un equipo de la segunda división del fútbol de su país, marcando su retorno al fútbol activo.
En 23 años de carrera, el inventor del ‘Escorpión’, la jugada que inmortalizó en Wembley en 1995, lleva además convertidos 37 goles de penal y 4 de tiro libre.